A pocos meses de su fundación, la consejera Antonia Grompone se quejó de "falta de transparencia" en contrataciones directas para cargos directivos.

A meses de la inauguración de la Universidad Tecnológica (UTEC), uno de los proyectos más importantes de la Administración Mujica, renunció una de sus directoras: Antonia Grompone.

Grompone decidió abandonar su cargo por discrepancias en el proceso de selección de nuevos jerarcas para el organismo.

Lo hizo a través de una carta que hizo pública La Diaria. La misiva fu analizada el viernes último por los colegas de la dirección dde UTEC, Pablo Chilibroste y Rodolfo Silveira.

Grompone se mostró particularmente molesta por la designación de Pablo Denis como director de Operaciones e Innovación.

Denis era residente en Suiza y se ofreció para regresar a Uruguay ante la falta de un plantel de profesores adecuado, tal como expresaba el flamante directorio de UTEC.

En una carta enviada al sitio web LR21, Denis dio a conocer que se graduó como ingeniero de sistemas en Suiza y allí desarrolló una carrera docente en una universidad tecnológica.

Grompone se quejó de que la designación -entre otras medidas- se tomaron fuera del Consejo Directivo Central. A su juicio, Denis no es la persona idónea para el cargo. No es un “experto en educación”, dijo, ni es un “investigador reconocido en ningún área”.

Silveira discrepó con la visión Grompone. “El consejo tiene actas”, dijo a El País. “Denis es un uruguayo que se formó en instituciones suizas. Aquí hizo secundaria. Trabajó en el sistema más desarrollado de universidades tecnológicas”.

El director de la UTEC destacó que el postulante tiene experiencia en educación a distancia, una de as características que planea desarrollar el nuevo instituto. A través del Plan Ceibal y de Antel, la universidad tecnológica pretende llevar a cabo una gestión informatizada.

También defendió otras contrataciones, algunas por concurso y otras en forma directa porque “así lo autorizó el parlamento”.

“Son contratos de obra por un año”, explicó Silveira. “Nos hacemos responsables por eso. Dos de los consejeros entendimos que eran personas idóneas”, concluyó.